"y el sol y la luna se detuvieron hasta que el pueblo se vengó del enemigo, esto es lo que dice el libro del
justo, el sol se detuvo en medio del cielo, y por casi un dia entero no se puso" Josué, 10:13
Llevábamos dos días sin
noche, el sol cada vez era más insoportable. Los científicos aun no daban
respuesta a esta extraña detención de la tierra, sólo veían las terribles
consecuencias que podían ocurrir, alarmando a la gente.
Nosotros estábamos en la casa
cuando dieron las nueve, extrañamente el sol se detuvo a eso del ocaso, quizás
pienso yo, como las siete u ocho y en ese tanto no nos dimos cuenta hasta que
llegamos y prendimos la tele, todos los noticieros intentaban explicar qué
pasaba, intentaban persiguiendo a profesores de física, astronomía o cualquiera
que supiera algo, pero era tan difícil la tarea que entre ellos mismos
especulaban teorías que bordeaban el límite de la fantasía.
Nos quedamos despiertos, nos
fue imposible conciliar el sueño. Me imaginé que en el hemisferio norte la cosa
sería peor, con una oscuridad interminable, eso sí, aun no le tomaban el peso,
decían por la tele, ya que la gente no le extrañaba que aun fuera de noche.
Comenzaron a nombrar ciudades del mundo que por diferencia horaria aun debía
ser de noche o en otras donde aun debía ser de día y las peores donde el sol
quedó como en medio día, a mitad del cielo y con la temperatura más alta.
Aproveche por cierto, de ver cuáles eran las ciudades que más se diferenciaban
en horarios con Chile, como Australia, donde están en el futuro, 14 horas más,
cuando se detuvo la tierra ellos debieron haber quedado a medio día o cerca de
las once.
La cosa es que mi mamá nos
quería hacer dormir, no quería que viéramos tanta alarma en la televisión.
Recuerdo que dijo que esto era normal y que pronto todo volvería a ser como
antes. Pero no fue así hasta dos días después.
Los gringos dijeron que
había pasado un asteroide que no emanaba luz ni radiación, indetectable, que
causó un cambio en la gravedad de varios planetas incluyendo el nuestro y
causando la detención. Yo aun no sabía lo que era esto de la gravedad, pero si
sabía lo del movimiento de rotación que nos enseñaron en el colegio. Mi papá me
explico muy rápido y quede clarito.
Yo no entiendo cómo es que
existen asteroides que son indetectables, quizás ahí está la fórmula para hacer
las cosas invisibles, mi papá también me explicó que entre los gringos y los
rusos en una guerra que tuvieron, intentaron hacer aparatos indetectables para
poder espiarse, y decía además que de
allí vienen estas ideas de los superhéroes de los comics.
A eso de las siete de la mañana, del primer día, en la
tele dijeron que los científicos de varios países se habían comunicado e
intentaban echar a andar de nuevo el mundo, la periodista recalcó que debíamos
entender que esto era algo así: nuestro mundo es una especie de bote que a
falta de brisa y corrientes se quedó en medio de un lago. Si era así la cosa, la
solución era buscarse un remo y empezar a movernos pensaba yo, o quizás armar
una vela gigante y soplar todos juntos, pero los científicos, siempre tan
alocados, querían un motor como los de los yates. Así que por la tarde
anunciaron una especie de bombardeo dirigido no se adonde el que movería la
tierra. La misma periodista, que era como una traductora de los científicos al
lenguaje chileno decía que esto que se propusieron los científicos sería una
especie de interruptor.
Quedé mejor informado cuando
dijo que nuestro planeta quedó en panne de
batería, a mi papá siempre se le
quedan las luces prendidas y siempre tiene este problema, a pesar de su cara
amargada yo me pongo contento, porque me deja encender el motor y manejar un
poquito, mientras él con mi hermano empujan desde atrás, yo lo único que debo
hacer es poner la palanca de cambio en primera, mantener el pie en el freno
hasta que me digan “ahora”, ahí soltarlo
y dar vuelta la llave. Nuestro planeta sólo necesita un empujoncito.
Al día siguiente tenían
listas las bombas… Yo no se cómo puede una persona trabajar tanto, porque la
periodista trasmitió todos los días seguidos sin parar, quizás como el sol se
detuvo no pudo terminar su hora de trabajo, si después de todo el que la tierra
se detuviera significaba que los relojes no deberían seguir funcionando, porque
aun estamos en el atardecer de ayer, o de anteayer, ya no se muy bien cuando es
hoy. Pero lo que si se, es que cuando cumpla dieciocho diré “tengo dieciocho
años menos dos días”, los niños que aun no nacen no entenderán eso.
Ese día nos quedamos todos
mirando la tele sin poder hablar, yo quería que mi papá me explicara, pero me
dijo “a penas termine esto te explico todo” así que me quedé mirando sin
entender mucho. Un tipo de las naciones unidas empezó el conteo, escuché que
los cohetes recorrerían el mundo así que cuando la cuenta regresiva llegó a
cero, a los minutos sentimos un ruido ensordecedor y en el cielo unas nubes
rosadas formaron unas cuantas líneas, dijeron que luego de dar la vuelta al
mundo los cohetes caerían al pacífico.
La periodista gritó “se mueve”, mientras una especie de medidor ubicado
abajito de la pantalla empezaba a moverse, mis papás se abrazaron, yo abracé a
mi hermano y salimos de la casa a ver el sol.
El atardecer estaba
precioso, la toda la gente se abrazaba, algunos lloraban otros rezaban pero
todos miraban el horizonte, aquellas nubes que formaron los cohetes eran como
un pentagrama y el sol una redonda nota puesta en él, al final eran las ocho
treinta y dos con trece segundos cuando se detuvo el sol, alcancé a escuchar mientras
nos abrazábamos, pero eso daba lo mismo en ese momento, porque el sol empezó a
descender y se escondió en el mar tan detalladamente que quedó grabado en mi.
Oh! Tengo 32 años menos 2 días y no lo sabía!!
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