Diógenes el Cínico aquel que vivía en una tinaja, así como el Chavo del Ocho, Diógenes el Cínico aquel que le entregó un pollo despulpado a Platón para burlarse de la definición de Hombre. Diógenes el Cínico aquel que llamaban perro pero afirmaba que los perros eran sus observadores. Diógenes el Cínico aquel que le pidió a Alejandro Magno que se corriera del sol, aquel que con la ironía decía más que con tratados de filosofía. El mismo es el personaje que inspira el nombre del síndrome por el cual, generalmente los viejos, comienzan a acumular bienes inservibles por el hecho de sentirse desamparados, comienzan a descuidar su aseo mientras se atrincheran en su hogar, si es que lo tienen. Lo más significativo de esta enfermedad nacida en los años 60, es el hecho de no poder distinguir qué es lo útil de lo inútil. Ciertamente Diógenes el Cínico no poseía este síndrome –aunque lo más probable que halla estado siempre desaseado- se deshizo de una vasija con la cual tomaba agua, por consider
angelitos a potito pelao, con alitas de colibrí que hablan de theoremas y cornudos sátiros que dicen que aquí también puede existir diosito
me pasé el rollo que en realidad lo que estaban diciendo en el programa es que no hay una palabra que pueda almacenar esa relacion entre 1 kilo y 5 mil kilos contenidos.
ResponderEliminarNo me quedo claro porke es un paradoja.
que paradójico que aquello que es paradoja, no sea mas que un amago de paradoja. por lo cual en estricto rigor, lo planteado por el profesor Hubert J. Farnsworth no es una paradoja. a la vez que siembra la posibilidad de otra paradoja, "la del mentiroso" y es que el profesor Ramón Valenzuela Pizarro es un mentiroso.
ResponderEliminarque yo lo diga no implica paradoja. pero si el profesor Ramon Valenzuela Vizarro, fuese un poco mas honesto que el profesor Hubert J. Farnsworth, se vería obligado a reconocer que es un mentiroso y por tanto declarar de su voz "yo miento".
se despide SIMURDIERA.
siguiendo el argumento de SIMURDIERA no es difícil culpar a cualquier persona que juegue con las narraciones literarias y con las otras no tan literarias(o conocidas por por lo general como no literarias) de caer en la insolucionable paradoja del mentiroso. asi pordríamos decir que San Pablo al decir que los cretenses creían en tal padadoja, lo hacía a él mismo participe de ella, considerando que la carta a tito aparece en la biblia, un libro que vacila entre la verdad y la ficción
ResponderEliminarpor otra parte el que no le haya quedado claro a filomena, por que no es una paradoja, tiene que ver quizas en que la oración referente a los kilos, sea solo una falacia, una figura retórica o un pleonasmo
que te has creído arrogante profesorsillo Ramón: pleonasmos, plasmas pamplinas tu abuelita ...
ResponderEliminaratte:Simurdiera